
El Charleston como baile se originó en 1903, como una danza folclórica negra, en Estados Unidos, en Charleston, Carolina del Sur. Pero fue en los años 20’s que empezó a practicarse, como una forma de diversión y distracción después de la Primera Guerra Mundial. Gracias al musical “Running Wild” en 1923 el Charleston se convirtió en una moda y tuvo gran importancia en Europa, Josephine Baker fue una de sus mayores representantes en la época, ella al igual que el Charleston, fue un ritmo, y también un símbolo, que caracterizó una época de despreocupación.
El Charleston llegó a ser tan popular en Europa, que casi el 80 % de la población lo practicaba y disfrutaba. A partir del año 1927, el Charleston comenzó a decaer en parte por el cambio de moda de las faldas que oprimía las piernas y no permitía el movimiento del Charleston y el cambio de ritmo en la música.
El baile del Lindy Hop evolucionó en parte desde el Charleston y bailarines como Frankie Manning adaptaron los movimientos de los 20’s a la música swing de los 30’s creando variaciones de los pasos básicos como el Jay Bird o el Black Bottom.
Hoy en día el Charleston se sigue bailando con música originaria de los años 20’s que se caracteriza por los altos tempos y durante el solo del bailarín se incluyen algunos pasos (Jazz Steps) de los años 30’ y 40’s.
Aunque hay varias coreografías para aprender los pasos y sus encadenamientos en la pista de baile se valora el poder de improvisación y combinación de los pasos con la musicalidad y los cambios de ritmo del Hot Jazz.
Actualmente las competiciones de Charleston solo y swing solo se celebran en los mismos festivales de Lindy Hop, los bailarines más concocidos del momento son, Sharon Davies, Pontus Persson, Nathan Bugh, Juan Villafane y Ksenia Parkhatskaya entre muchos otros.